El deporte está relacionado directamente con la salud, pero también hay ciertas actividades que pueden dañarnos. El suelo pélvico y los deportes de impacto se han analizado mucho en los últimos tiempos, ya que hay ciertos movimientos que de forma continuada pueden debilitarlo.
¿Cuáles son los deportes que favorecen el suelo pélvico?
Lo primero que debemos saber es qué es exactamente. Se trata de un conjunto de músculos que están alrededor del abdomen y que son los encargados de sostener la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el resto de músculos para que permanezcan en la posición adecuada. Es fundamental mantenerlo fortalecido, puesto que con la edad va perdiendo tono y pueden hacer acto de presencia problemas como la incontinencia urinaria. A continuación, mostramos algunos de los ejercicios que ayudan a fortalecer esta parte del cuerpo.
Ejercicios de Kegel
Estos movimientos están pensados específicamente para el suelo pélvico. Se basan en realizar contracciones a diferentes ritmos para favorecer su paulatino fortalecimiento.
Pilates
El pilates cuenta con diferentes ejercicios para tonificar el área que nos ocupa, además, de material diseñado para ello. Algunas de sus prácticas son la sirena, las tijeras o el puente de hombro.
Yoga
Las posturas, o asanas, que realizamos al practicar este deporte hacen que nuestros músculos se relajen, al tiempo que se tonifican. Así, trabajamos para mantener el diafragma de la pelvis, más fuerte y sin ejercer un impacto lesivo en él.
Natación
El agua de forma completamente natural nos ayuda a aumentar la resistencia de esta zona de nuestra anatomía. Si ponemos en práctica ejercicios dentro del líquido elemento, nos mantendremos en forma sin necesidad de someter al cuerpo a un impacto que no le hace bien.
¿Cuáles son los deportes que debilitan el diafragma de la pelvis?
Los deportes de impacto son los que más pueden deterioran esta zona del cuerpo. Por tanto, conviene conocer cuáles son las actividades que hay que evitar o, al menos, restringirlas para que en el futuro no padezcamos daños irreversibles:
Running
Correr es uno de los movimientos con más impacto al que podemos someter al cuerpo. El inconveniente reside en que produce una presión directa en esta zona y, por tanto, debemos controlar la intensidad o frecuencia con la que la llevamos a cabo.
Ciclismo
La bicicleta puede ser un problema al hacer ejercicios como el spinning en el que podemos adquirir posturas que debiliten esta zona. El mismo riesgo aplica a las rutas que transcurren por terrenos muy irregulares.
Crossfit
Los ejercicios que se hacen en este deporte incluyen ejercicios de salto o de abdomen que se consideran de muy alto impacto.
Tenis
Los movimientos repetitivos que se ejecutan en el tenis ejercen una presión abdominal que propicia que las zonas menos resistentes del diafragma de la pelvis se vayan debilitando.
¿Se pueden prevenir el daño y practicarlos por igual?
Al hablar de deportes de impacto y suelo pélvico siempre surge la misma pregunta, ¿hay que dejar de practicarlos o hay alguna manera de seguir haciéndolo? Todo depende de cómo se esté llevando a cabo la actividad.
La intensidad y la forma de implementar los ejercicios condicionará que exista un menor o mayor impacto. Por ejemplo, si vamos en bicicleta por un terreno llano y con ropa que favorezca la amortiguación, se puede hacer sin problema. Lo mismo sucede con el running. Con unas zapatillas de calidad y controlando la intensidad del ejercicio no hay por qué renunciar al deporte que nos gusta.
En definitiva, el suelo pélvico es un área que debemos cuidar, ya que con el tiempo se va debilitando. Debemos emplear todas las herramientas de que disponemos para mantenerlo fuerte y evitar los inconvenientes que se pueden manifestar cuando vamos cumpliendo años.
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